viernes, 27 de septiembre de 2013

De Viaje (28-08-08)

No conseguía ver. Era como si le hubieran cegado, se sentía atado, amordazado. Apenas podría llegar a hablar algo con aquel pañuelo en la boca. Mas todo alrededor era agradable. Olores, sonidos como de jardín, de flores, de hierba fresca. Trinos melodiosos de ruiseñores, canarios y otros pájaros de buen cantar. Agua corriendo de manantiales invisibles, el ruido del desliz de las aguas. 

Era todo enormes sensaciones, hermoso paisaje que no podía admirar.
Empezó a abrir los ojos. Veía altos edificios, sentía coches a su alrededor. Había mucha gente a su alrededor. Todos le miraban. Alguien le cogía del brazo y le ponía su mano en la frente. Decía algo así como "¿Se encuentra Vd. bien?"

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