viernes, 27 de septiembre de 2013

Un hilo de Luz (Publicado 28-06-2007)

Finalista del III Concurso de Microcuentos de Radio Círculo. Día 26 de junio de 2007.

La noche ha llegado. Su oscuridad tapa a aquella que cubre su corazón. Se incorpora de la cama y decide mirar por la ventana, para ver si la noche es clara dentro de la negrura que la caracteriza. Igual aparece una estrella fugaz que aporte algo de ilusión a la vida, algo al que proponerle aunque sea un deseo. Pocos son los que se cumplen. Pero ella siempre pide. Tiene aún un hilo de esperanza, pequeño y enroscado, escaso para rellenar un simple dedal o coser un botón.

Mira a través de la ventana. Y se fija en una estrella, tendiendo la sonrisa del que se complace con cualquier cosa. La mira, se acerca, la vuelve a mirar. Nota como se sigue acercando. Se queda asombrada cuando la estrella se dirige rápidamente hacia su sonrisa, chocando contra el vidrio. Cloc.

La estrella cae en el alféizar de la ventana. Brilla. Pero está tirada y tiene patitas negras. Es un astro un tanto raro. Parece que se apaga, su luz se hace borrosa. Abre la ventana y la recoge. Luciérnaga tenías que ser. Su luz se apaga. Ella intenta darle calor para que no lo haga. El golpe ha debido de ser muy fuerte para algo tan pequeño.

Lo que necesita es un hálito de vida nuevo. Un aliento que proviene de un corazón a oscuras, pero que alimenta la vida de otro.

La luciérnaga mueve otra vez las patitas y aparece su fluorescencia. Mueve sus alas e ilumina la habitación. Un hilo pequeño de luz entra en su apagada mirada, que atraviesa su garganta e insufla sus pulmones, su corazón. Conforme sale el insecto por la ventana, ella extiende su sonrisa. Por fin se dibuja en su ser la satisfacción. De algo sirve.

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